El Tribunal Supremo dictaminó en una reciente sentencia que los falsificadores de marcas deben indemnizar por el dañor moral ocasionado, dado que el comercio de productos falsos crean un daño reputacional que no necesita ser probado.
Las marcas implicadas en el caso son Bimba y Lola, Michael Kors, Chanel, Yves Saint Laurent, Carolina Herrera y Hello Kitty, que recibirián una indemnización del 25% del valor total de las más de diez mil falsificaciones intervenidas. El Supremo cita para jsutificar su decisión el caso Liffers de la jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que determina que “cuanto mayor sea el prestigio de una marca, mayor debe ser el nivel de protección que ese signo merece obtener de los tribunales”.
Lo importancia del caso reside en que hasta ahora no había acuerdo entre las audiencias provinciales respecto a si el daño moral - es decir, el daño más allá del económico - debía de ser también resarcido. En este caso particular, remitido por la audiencia provincial de Valencia, los productos falsificados no habían sido vendidos, sino solamente exhibidos, por lo que no existía un perjuicio económico. El Supremo ha decidido que en este tipo de situaciones sigue existiendo un daño, el moral, que además de tener que ser indemnizado, está implícito y no se tiene que probar.
Esta decisión será muy beneficiosa para las marcas dado que probar el daño reputacional - el deterioro de la imagen de marca en la mente del consumidor - es extremadamente difícil. Del mismo modo, es muy bienvenida puesto que previsiblemente conseguirá que la puesta a la venta de falsificaciones sea un poco menos impune.
Se puede leer la sentencia completa aquí.
Comments